Hay muchos mitos en torno al lavavajillas que es recomendable conocer para lograr una limpieza óptima de nuestra vajilla.
Con el objetivo de arrojar algo de luz sobre lo que debemos y no debemos hacer con este electrodoméstico, te vamos a contar cuáles son los falsos mitos sobre el lavavajillas. Así, podrás aprovecharlo al máximo y exprimir todo su potencial.
Falsos mitos sobre el lavavajillas
Hay que enjuagar la vajilla antes
Es posible que durante toda tu vida hayas pensado que es necesario enjuagar la vajilla antes de meterla en el lavavajillas. Sin embargo, lo cierto es que puedes omitir este paso previo, ya que, además de ser innecesario, aumenta el consumo de agua y energía.
Para conseguir resultados óptimos en la limpieza de la vajilla, lo único que tienes que hacer es eliminar los restos de comida que hayan quedado adheridos. ¡El lavavajillas se encargará de todo lo demás!
El lavado a mano es más ecológico
Un mito sobre el lavavajillas que suele circular con bastante frecuencia es que es más ecológico lavar a mano la vajilla. Si el lavavajillas está completo, se emplea menos agua que si lavamos la vajilla a mano. De hecho, si utilizamos el lavavajillas en lugar de lavar a mano, podemos ahorrar hasta 34,5 litros diarios.
Los cubiertos se oxidan en el lavavajillas
Los cubiertos, que normalmente son de acero inoxidable, no se oxidan por meterlos al lavavajillas. Y, además, pueden salir relucientes si los lavas a máquina. Para ello, te recomendamos que no cargues en exceso la cesta de los cubiertos y que no los dejes durante varias horas en el interior tras el fin del ciclo, ya que podrían salirles manchas.
Las sartenes y las ollas no se pueden lavar en el lavavajillas
Las sartenes y las ollas se pueden lavar sin problemas en el lavavajillas. Lo más aconsejable es colocarlas alrededor de los bordes de la cesta inferior, hacia abajo o hacia el costado.
De esta manera, el agua que aplica el brazo aspersor podrá circular y limpiar la vajilla de forma óptima.
El precio del detergente es importante
Lo que importa no es el precio del detergente, sino la calidad. Cuando utilizas un detergente de baja calidad durante mucho tiempo, es posible que los cubiertos se decoloren y adquieran un color marrón. Esto es debido a los residuos de salmuera, que se encuentran en algunos detergentes de baja calidad.
Cuanto más detergente utilices, más limpios quedarán los platos
Un lavavajillas será eficaz siempre y cuando apliques la cantidad justa de detergente. De esta manera, aprovecharás todo su potencial. S
i, por el contrario, empleas más cantidad de detergente de la necesaria, lo único que conseguirás es que se genere mucha espuma y que los platos y vasos queden empavonados.
El vinagre sustituye al abrillantador
El vinagre es un ácido que puede dañar el lavavajillas y la vajilla si lo utilizas continuamente durante mucho tiempo. Asimismo, su acción no es comparable a la del abrillantador, por lo que no es recomendable que lo emplees en su lugar.
El lavavajillas se limpia solo
Al igual que ocurre con el resto de los electrodomésticos, el mantenimiento y la limpieza del lavavajillas es imprescindible para garantizar su correcto rendimiento. Para ello, tendrás que limpiar el filtro una vez por semana, así como el dosificador de detergente.
También es necesario limpiar los orificios de la salida del agua, pues en ellos se acumulan los restos de comida o de detergente que pueden llegar a causar obstrucciones.
La dureza del agua no influye en la limpieza
Este es otro de los falsos mitos del lavavajillas. Es imprescindible conocer la dureza del agua de nuestra localidad para saber si debemos usar sal en los ciclos de lavado, ya que la sal ayuda a ablandar el agua y eliminar la cal.
Esperamos que al desmentir los mitos sobre el lavavajillas te podamos ayudar a utilizarlo de forma eficiente y óptima. Los mejores consejos, solamente disponibles en qubbos.
