Regular correctamente la temperatura del frigorífico no solo ayuda a conservar los alimentos en buen estado durante más tiempo, sino que también es clave para evitar el desperdicio de comida y ahorrar energía en casa. Aunque muchas personas lo pasan por alto, el termostato del frigorífico puede marcar la diferencia en el rendimiento del electrodoméstico y en tu factura de electricidad. Conviene no pasar nada por alto y aprovechar estos consejos para ahorrar y hacer un uso más eficiente de uno de los electrodomésticos que más consume. No por sus picos de consumo, sino por su encendido 24/7.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre cómo ajustar la temperatura de tu nevera en función de distintos factores: la estación del año, los periodos en los que estás fuera de casa, el ahorro energético e incluso algunos consejos prácticos para el día a día.
¿Cuál es la temperatura ideal para un frigorífico?
La temperatura recomendada para la zona principal del frigorífico es de entre 3 °C y 5 °C. Este rango es ideal para garantizar que los alimentos se mantengan frescos y libres de bacterias durante más tiempo, sin que se congelen ni pierdan sus propiedades. Si la temperatura es superior a 5 °C, se corre el riesgo de que ciertos alimentos perecederos como lácteos o carnes comiencen a estropearse.
Por otro lado, si la temperatura es inferior a 3 °C, podrías encontrarte con alimentos parcialmente congelados, algo que no siempre es deseable, especialmente en frutas y verduras. La clave está en encontrar el equilibrio justo y comprobar regularmente con un termómetro si tu frigorífico está trabajando dentro de ese margen ideal. No todos los modelos tienen un display digital, por lo que un pequeño termómetro de nevera puede ser de gran ayuda.
Regula la temperatura en función de la estación
Los cambios de estación afectan la temperatura ambiental de tu hogar, y esto también influye en cómo funciona tu frigorífico. En invierno, por ejemplo, el motor del frigorífico trabaja menos porque la temperatura exterior es más baja, mientras que en verano ocurre lo contrario. Por eso, es importante ajustar el termostato en función de la estación del año para asegurar el buen funcionamiento del aparato y evitar un consumo excesivo.
Además, regular la temperatura de acuerdo con la estación no solo mejora la eficiencia energética, sino que también contribuye a que los alimentos se conserven mejor. Por ejemplo, en verano es común almacenar más frutas frescas o bebidas, que requieren temperaturas más frías para mantenerse en condiciones óptimas. A continuación, te explicamos cómo hacerlo en cada estación.
Otoño-invierno
Durante los meses más fríos, la temperatura ambiente ayuda al frigorífico a mantener su frescura sin tanto esfuerzo. En esta época del año puedes subir ligeramente el termostato a unos 5 °C sin comprometer la seguridad alimentaria, lo que puede suponer un pequeño ahorro en la factura eléctrica. La menor exposición al calor reduce el deterioro de los alimentos y permite un uso más relajado del aparato. Otra recomendación es no llenar el frigorífico en exceso en esta temporada. Como los alimentos tienden a durar más en ambientes fríos, no es necesario tenerlo hasta los topes. Mantener un buen flujo de aire entre los productos favorece una refrigeración más uniforme. Aprovecha este momento para organizar bien los estantes y planificar mejor tus compras semanales.
Primavera-verano
En los meses más cálidos, el frigorífico tiene que trabajar más intensamente para mantener una temperatura baja. Por eso, se recomienda ajustar el termostato a una temperatura más cercana a los 3 °C. Esto es especialmente importante si guardas alimentos sensibles al calor, como productos lácteos, carnes, pescados o sobras ya cocinadas.
También conviene no abrir la puerta del frigorífico con frecuencia o durante demasiado tiempo, ya que esto genera un aumento repentino de la temperatura interna. Además, asegúrate de que el sellado de las puertas esté en buen estado para evitar fugas de aire frío. En este periodo también es buen momento para usar algunos productos que ayudan a mejorar la eficiencia del frigorífico, como organizadores de estantes o termómetros internos. Recuerda que, si la nevera está mal organizada, trabajará aún más. Los organizadores pueden mejorar la circulación del aire frío, algo clave cuando el compresor está especialmente exigido en verano por el calor exterior.
Regula la temperatura durante los viajes
Cuando estás fuera de casa por varios días, regular la temperatura del frigorífico correctamente es clave para evitar el desperdicio de energía y conservar los alimentos que dejas almacenados. Si el frigorífico estará en uso pero con menos carga de alimentos, puedes subir un poco la temperatura a unos 6 °C, siempre que no haya productos altamente perecederos.
Otra opción, si vas a estar fuera durante un periodo largo, es vaciar completamente el frigorífico, apagarlo y dejar la puerta entreabierta para evitar malos olores y moho. Algunos modelos incluso cuentan con un modo “vacaciones” que optimiza el consumo energético manteniendo una temperatura segura. Infórmate en el manual de tu electrodoméstico si tu modelo dispone de esta función.
Regula la temperatura en función del ahorro
Una de las formas más efectivas de ahorrar energía durante todo el año es mantener una temperatura constante dentro del rango ideal (3–5 °C) y evitar cambios bruscos. Muchos frigoríficos modernos permiten seleccionar la temperatura exacta, pero si tu modelo tiene una rueda sin cifras, lo ideal es dejarla en una posición media y hacer pruebas con un termómetro.
Colocar correctamente los alimentos también puede ayudarte a conservar mejor el frío. Por ejemplo, los productos más perecederos deben ir en la parte más baja del frigorífico, donde suele hacer más frío. Además, asegúrate de dejar espacio entre los alimentos para permitir la circulación de aire, y no introduzcas comida caliente, ya que esto hace que el motor trabaje más y consuma más electricidad.
Consejos para regular el termostato de tu frigorífico
Además de ajustar la temperatura según la estación o tus hábitos, existen pequeñas acciones cotidianas que pueden ayudarte a mantener tu frigorífico funcionando de manera eficiente. Aquí te compartimos algunos consejos prácticos para sacar el máximo partido a tu frigorífico:
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Comprueba la temperatura real con un termómetro. No todos los frigoríficos tienen un indicador digital preciso. Hay termómetros diseñados específicamente para neveras y congeladores, y son muy útiles para saber si el interior está en el rango correcto sin tener que guiarse por el dial del termostato.
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No lo llenes en exceso. El exceso de alimentos impide la correcta circulación del aire frío.
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Evita abrir la puerta con frecuencia. Piensa qué necesitas y qué vas a sacar antes de abrir la puerta. Cada vez que lo hagas, entrará aire caliente y el motor deberá trabajar más.
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No introduzcas alimentos calientes. Espera a que se enfríen antes de guardarlos.
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Revisa los burletes de la puerta. Un buen sellado evita fugas de frío.
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Limpia la parte trasera del frigorífico regularmente. El polvo en el condensador reduce la eficiencia energética.
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Ajusta el termostato según la estación y la carga de alimentos. Un pequeño cambio puede hacer una gran diferencia.
Desde qubbos queremos seguir con la línea de los consejos y proponerte algunos modelos de nuestro extenso catálogo, si estás pensando en cambiar la nevera o comprarte una para estrenar tu nuevo hogar. Empezamos por los de Whirlpool. El Combi Whirlpool WHC18T323 combina eficiencia energética y diseño funcional para adaptarse perfectamente a cocinas modernas. Gracias a tecnologías como 6th Sense y No Frost, mantiene una temperatura constante y evita la formación de escarcha, lo que prolonga la frescura de los alimentos y reduce la necesidad de mantenimiento. El otro modelo es el Combi Whirlpool WNF 821 E X con un elegante diseño en acero inoxidable. Dispone de 4 estantes, de los cuales 3 son regulables en altura, junto con 3 balcones también ajustables en la puerta, permitiendo una personalización total del espacio. El cajón especial para verduras FreshBox+ con regulación de humedad garantiza la frescura y conservación de tus frutas y verduras por más tiempo.
De Midea, proponemos dos más. El Combi Midea MDRE353FGE01, una solución perfecta para quienes buscan comodidad, eficiencia y diseño en su cocina. Con un sistema No Frost que evita la acumulación de escarcha y facilita su mantenimiento, este modelo destaca por su puerta deslizante, ideal para una integración total en tu cocina. En el congelador, cuenta con dos cajones y una bandeja de fácil acceso. Con un nivel sonoro de solo 41 dB, garantiza un funcionamiento silencioso y confortable. El otro modelo en cuestión es el Combi Midea MDRB424FGE02OE, con tecnología y una capacidad total de almacenamiento de entre 300 y 450 litros, con 224 litros en el frigorífico y 86 litros en el congelador. Su iluminación LED y su display integrado ofrecen una experiencia intuitiva y moderna.
Más opciones de garantías. El Combi Balay 3KFD765NI, con un motor especial llamado Inverter que consume menos energía y es muy silencioso. Además, ¡tiene una capacidad de 368 litros! Y si sois de los que os gusta cuidar vuestros alimentos, este frigorífico tiene una zona especial para verduras con regulación de humedad, y otra zona extra fría para carnes y pescados. También tiene un botellero y una iluminación LED que se va encendiendo poco a poco para no deslumbrar. Y por último, y no por eso menos importante o apetecible, el Combi Exquisit KGC232-60-E-040E. Con una autonomía de hasta 7 horas, incluso durante un corte de energía. Con una clasificación energética E y un consumo anual de solo 194 kWh, este frigorífico no solo cuida de tus alimentos, sino también de tu bolsillo y del medio ambiente. El interior está perfectamente iluminado con luz LED, facilitando la visibilidad y el acceso a tus productos.
Recuerda que regular correctamente el termostato de tu frigorífico es una tarea sencilla, pero que puede marcar una gran diferencia en el rendimiento del aparato, la conservación de los alimentos y tu consumo energético. Con un poco de atención y algunos ajustes según la época del año, podrás optimizar su funcionamiento sin complicaciones.