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¿Cómo poner el lavavajillas? Trucos para poner el lavaplatos correctamente

¿Quieres que te contemos un secreto? ¡Ahí va! Usar un lavavajillas no tiene ningún misterio, pero para saber cómo poner el lavavajillas correctamente hay que tener una mezcla de talento, creatividad y un poco de paciencia. Todos sabemos hacer funcionar este electrodoméstico, pero utilizarlo correctamente hará que nos dure tres veces más que a nuestros vecinos. Si te acabas de comprar un lavavajillas, seguir estas simples pautas te ayudará a conseguir los mejores resultados en el lavado de tu vajilla, además de permitirte realizar un consumo óptimo de agua y calefacción.

Sigue leyendo para saber cómo poner el lavavajillas correctamente y sacarle el máximo partido.

Cómo poner un lavavajillas por primera vez

En primer lugar, es importante que leas el libro de instrucciones del fabricante que acompaña al lavavajillas y que sigas todas las indicaciones que aparecen en el manual. Una vez conectado el lavavajillas a las tomas de luz y agua, es conveniente realizar un primer lavado con el lavavajillas vacío y con un programa de agua bastante caliente. Así, conseguiremos eliminar cualquier resto fruto del proceso de fabricación (gérmenes, manchas, etc.). Además, podremos comprobar el correcto funcionamiento del lavavajillas, así como si la instalación es correcta y si no hay ninguna fuga de agua.

Ahora ya puedes utilizarlo sin ningún problema, siguiendo unos pasos básicos para saber cómo poner el lavavajillas y conseguir un resultado óptimo. Debes comenzar por llenar los depósitos de abrillantador y sal.

Cómo poner abrillantador en el lavavajillas

Cada modelo de lavavajillas indica fácilmente donde se encuentra el depósito del abrillantador. Hay que verter el líquido en su interior hasta que quede completamente lleno. No es necesario que lo rellenes antes de cada uso, ya que los lavavajillas cuentan con pilotos que se encienden para avisar de que es necesario llenarlo. El uso de abrillantador es necesario porque ayuda a que no queden pequeñas gotas de agua que producen manchas de cal sobre la vajilla, así como a acelerar el proceso de secado. En las zonas de agua muy dura, es mejor usarlo por separado de la sal, aunque algunas pastillas contengan los dos en uno.

Cómo poner sal en el lavavajillas

El lugar donde se encuentra el depósito de sal aparece perfectamente indicado en el libro de instrucciones. El propio lavavajillas te indica a través de alguna alerta lumínica la necesidad de rellenar de nuevo el depósito de sal. Hay que regular el descalcificador de acuerdo al grado de dureza del agua: si el agua es blanda (de 50 mg/l de carbonato cálcico), no hay que poner sal; pero, si es dura (de 50 a 200 mg/l), es necesario poner sal. La sal ayuda a ablandar el agua del lavavajillas. Esto evita las manchas de cal en la vajilla y la acumulación e incrustación de cal en el interior del lavavajillas. Para ello, debes utilizar sal para lavavajillas, que no contiene carbonatos de hierro, los cuales aumentan la dureza del agua y dañan el electrodoméstico.

Cómo poner el lavavajillas a media carga

Muchos modelos de lavavajillas ofrecen la opción de utilizarlos con media carga. En el mercado existen modelos de lavavajillas de 45 cm, pero es probable que no sean suficientemente grandes para el lavado de la vajilla en algunas ocasiones. Por eso, la elección de un lavavajillas de 60 cm con la opción de lavar a media carga resulta muy acertada. No malgastaremos ni agua ni electricidad y, en caso de ser necesario, podremos disponer de más capacidad. Para poner el lavavajillas a media carga simplemente basta con evitar llenarlo del todo. De lo contrario, los resultados no serán óptimos, puesto que habremos reducido tanto la cantidad de agua como el tiempo de lavado.

Qué programa debemos usar

¿Te pones todos los días la misma ropa? No, ¿verdad? Porque no es lo mismo arreglarse para ir a trabajar que para ir a tomar vermut con los amigos. Entonces ¿por qué usas siempre el mismo programa de lavavajillas? Te vamos a explicar los programas más comunes para que elijas el que más te conviene en cada momento:
  • PROGRAMA PRELAVADO: utiliza agua fría y dura 15 minutos. Evita los malos olores, mientras esperan a ser lavados.
  • PROGRAMA NORMAL: para una vajilla con una suciedad media, suele limpiar a 50/65 ºC.
  • PROGRAMA INTENSIVO: lava a 70 ºC cacerolas, sartenes, vajilla y cubiertos con mucha suciedad.
  • PROGRAMA AUTO: es el mejor para el día a día, adapta automáticamente la temperatura, el agua y el tiempo de lavado al grado de suciedad de la vajilla.
  • PROGRAMA ECO: cuidar el medio ambiente es posible con este programa, ya que consume el mínimo de agua y de energía, en función del grado de suciedad y de carga.
  • PROGRAMA COPAS 40 ºC: un programa para lavar los utensilios más delicados: baja la temperatura, aumenta el abrillantador y alarga la fase de secado.
  • PROGRAMA RÁPIDO: dura solo 30 minutos y está pensado para medias cargas con poca suciedad.
  • HIGIENE PLUS: perfecto para eliminar más profundamente las bacterias de cuchillos, biberones y cualquier utensilio que necesite una limpieza más exhaustiva.
  • SECADO EXTRA: aumenta la temperatura en el último lavado y prolonga el secado, perfecto para los tuppers o el menaje de plástico.

Si vas a dejar de usar tu lavavajillas durante un largo período de tiempo, recomendamos hacer dos aclarados consecutivos y desconectarlo de la red. Deja el depósito del abrillantador lleno y cierra la llave de la alimentación. Si, por el contrario, vas a poner en marcha un lavavajillas que lleva un tiempo sin funcionar, lo primero es conectarlo y comprobar que los tubos no están obstruidos. Después pon un programa corto con el electrodoméstico vacío.

Cómo colocar la vajilla

Una de nuestras metas es optimizar el espacio en el lavavajillas para que quepa lo máximo posible, sin olvidarnos de que todo tiene que salir limpio y de que nada debe obstaculizar el movimiento de los brazos.
  • En primer lugar, es muy importante quitar los restos de comida de los platos bajo el grifo de agua. Así, evitas incrementar el consumo de agua y energía.
  • Los vasos, copas y tazas los colocaremos en la cesta superior y boca abajo para que no se llenen de agua.
  • Los platos, una vez aclarados, los situaremos en la cesta inferior, respetando la disposición que sugiere el lavavajillas. De lo contrario, el resultado de limpieza no será el adecuado. Nunca metas dos platos en la misma ranura.
  • Las ollas, cacerolas y otros elementos grandes también se deben poner en la cesta inferior boca abajo. Si tienen mucha profundidad, ponlos inclinados, pero asegúrate de que el agua puede escurrir.
  • Los cubiertos se dispondrán en el cesto destinado para ellos o en la bandeja de cubiertos. Deben ir con el mango hacia abajo. Los que tengan el mando más largo colócalos en la bandeja de arriba en horizontal.
  • Y las sartenes, ¿se pueden meter? La mayoría vienen preparadas para poderlas lavar a máquina sin problema, pero siempre debes colocarlas en la bandeja inferior. Ten en cuenta que, si son antiadherentes, se puede desgastar el recubrimiento.

Una vez colocado todo, comprueba que nada se puede volcar y ¡listo para poner! Es imprescindible mantener el lavavajillas y los filtros limpios para que funcione correctamente. Para ello, debes utilizar productos específicos de lavavajillas. Otros productos o la combinación de varios de ellos pueden dañar gravemente el electrodoméstico.

Ahora que ya sabes cómo poner el lavavajillas, podrás ahorrar y alargar la vida del mismo. Y, si todavía no tienes uno, visita qubbos y elige el que más te guste.

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