El lavavajillas es un electrodoméstico muy útil, ya que gracias a él no tenemos que lavar los platos a mano, de forma que nos ayuda a ahorrar esfuerzo, tiempo y agua. Por eso entendemos que sientas cierta decepción cuando te encuentras la vajilla mojada tras el ciclo de lavado. En estos casos, no tienes que conformarte con secarlos con un trapo y guardarlos en el armario, sino que debes encontrar la razón por la que ocurre y ponerle fin.
Si quieres descubrir por qué el lavavajillas no seca, estás en el lugar idóneo.
Por qué el lavavajillas no seca
El secado ineficiente de la vajilla es un problema más común de lo que parece. Pero no desesperes... ¡todo tiene solución! ¿Cuáles pueden ser las causas y cómo podemos ponerle fin a este problema?
Falta de abrillantador
Debes asegurarte de que el lavavajillas siempre tiene abrillantador. Este producto mejora el secado de la vajilla y le proporciona un acabado brillante, de forma que es esencial para obtener una vajilla completamente seca. Por lo tanto, cada vez que se encienda un pìloto luminoso en el aparato que indique falta de abrillantador, tienes que reponerlo.
Es posible que pienses que, al utilizar pastillas con abrillantador para el lavado de los platos y vasos, no necesitas echar abrillantador. Y, a pesar de que se necesite una cantidad menor, lo cierto es que tienes que añadirlo de todos modos para que el aparato funcione correctamente.
Programas cortos de lavado
Al contrario de lo que se pueda pensar, los programas cortos no son necesariamente los que menos consumen. De hecho, son menos eficientes que los programas largos. Debemos tener en cuenta que en un programa corto se acelera todo el proceso o se prescinde de fases como el secado, por lo que es posible que la vajilla salga con restos de agua.
Los diferentes programas de lavado han sido diseñados para que elijas el que más se adecúe a ti en cada momento. Sin embargo, te recomendamos que siempre que dispongas de tiempo suficiente utilices programas largos, que absorben mejor la humedad.
Ausencia de ventilación
Cuando termina el ciclo de lavado, lo más aconsejable es abrir la puerta ligeramente. De esta manera, el vapor desaparecerá rápidamente y se creará una corriente de aire que secará la vajilla por completo. Después de 15 minutos, tu vajilla estará totalmente seca y podrás sacarla.
Algunos modelos de lavavajillas disponen de sistemas de secado que garantizan un secado óptimo de la vajilla. Para ello, abren automáticamente la puerta del aparato tras el ciclo de lavado, permitiendo que el aire se cuele en el interior. Así, no tendrás que hacerlo de forma manual.
Prelavado manual
Normalmente, antes de meter los platos en el lavavajillas solemos realizar un prelavado manual para acabar con los restos de suciedad. Según los fabricantes de electrodomésticos, se trata de un gran error. Si usas detergente para enjuagar la vajilla antes de meterla en el aparato, se generará demasiada espuma durante el ciclo de lavado y, como consecuencia, el lavavajillas no podrá funcionar correctamente.
Asimismo, las pastillas que se utilizan en la actualidad tienen un potente efecto antigrasa, que actúan mucho mejor cuando existe grasa que eliminar.
Colocación errónea de la vajilla
Es fundamental colocar la vajilla de forma adecuada, prestando una atención especial a los vasos, las copas y todos aquellos utensilios con fondo y partes curvadas. De esta manera, evitaremos que se produzcan estancamientos y lograremos que el lavavajillas elimine el agua de manera efectiva.
Si quieres saber cuál es la forma correcta de colocar la vajilla en el lavavajillas, te recomendamos que consultes este post.
Averías del lavavajillas
¿Has seguido todas las recomendaciones previas y no entiendes por qué tu lavavajillas no seca? En ese caso, es posible que se haya producido alguna avería en tu aparato. Para comprobarlo, debes revisar los siguientes elementos:- Resistencia: revisa si está sucia o quemada
- Ventilador: comprueba que no está obstruido y que la rejilla está limpia
- Tapón del abrillantador: si está roto o dañado, es necesario cambiarlo