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¿Cómo poner una lavadora? Guía para hacer un buen uso de la lavadora

Puede parecer algo sencillo, pero, aunque una lavadora esté presente en todos los hogares del mundo, no todos saben cómo ponerla en marcha y hacer que la ropa salga impecable de la misma. Así que, ¿Dónde está el misterio de cómo poner una lavadora?

En qubbos resolvemos todas las posibles dudas con esta guía para hacer un buen uso de la lavadora. Verás cómo con estos consejos mantendrás tu ropa como si la acabases de comprar. Además, lograrás alargar la vida de este electrodoméstico y ahorrar en el recibo de la luz. ¡A lavar se ha dicho!

Elementos de la lavadora

Los elementos de la lavadora se reducen a tres: el cajetín, los programas de lavado y el tambor. Seguramente a todos nos suenen, pero como queremos aprender cómo poner una lavadora y no solo quedarnos en la parte teórica, lo mejor que podemos hacer es conocerlos más a fondo para convertirnos en los mejores maestros a la hora de usar este electrodoméstico tan básico pero a la vez tan difícil de utilizar a la perfección.

Cajetín

Por un lado tenemos el cajetín, que dispone de tres compartimentos, dos de los cuales están destinados al detergente y uno al suavizante. En el caso de que la ropa esté muy sucia, debemos utilizar los tres. Si solo queremos un lavado rutinario, llenaremos únicamente uno de detergente y el del suavizante. Asegúrate de utilizar la cantidad adecuada de detergente y suavizante.

Existe la falsa creencia de que utilizar más cantidad de detergente va a dejar la ropa más limpia. Todo lo contrario: un exceso de producto provoca una mayor dificultad en el aclarado y una prolongación de tiempo en el programa elegido. Cada compartimento tiene un símbolo distinto:

  • I: detergente con prelavado, es decir, si haces un primer lavado de ropa muy sucia y con manchas. Después se hará el lavado normal.
  • *: suavizante.
  • II: detergente sin prelavado o lavado diario normal.

También podemos recurrir a la opción de echar un detergente líquido en el cacito, que lo colocaremos en el tambor con la ropa. Asimismo, añadiremos el suavizante líquido al tapón del cazo del detergente.

Programas de lavado

Debemos investigar los programas de lavado para ver cuál es el más adecuado, siempre en función del tipo de ropa y el nivel de dificultad de eliminar las manchas que nuestras prendas contengan. Tenemos que saber que cada prenda suele venir con una etiqueta que nos indica el programa de lavado recomendado para ella. Lo mejor es seguir esas instrucciones, ya que así podremos cuidar fácilmente los tejidos más delicados.

Tambor

El tambor es el lugar en el que se coloca la ropa. Debemos utilizar la capacidad total de la lavadora, pues esto nos ayuda a consumir menos energía y agua que si utilizamos la mitad de su capacidad. De la misma manera, debemos evitar meter demasiada ropa, ya que es posible que no quede suficientemente limpia.

Cómo poner la lavadora

El primer paso es separar las prendas según el tipo de tejido del que estén hechas. Posteriormente, habrá que comprobar las etiquetas, ya que, aunque la mayoría de la ropa puede meterse en este electrodoméstico, hay muchas que nos dan instrucciones específicas. Por ejemplo, algunas pueden encoger debido a la temperatura del agua y otras no resisten el efecto de la lejía. Fíjate bien dónde se encuentran las etiquetas, pues en muchas prendas están bien escondidas. En los pantalones, por ejemplo, suelen estar situadas en el interior de la parte trasera, mientras que en las camisas es probable que se encuentren en el cuello. Asegúrate también de que no hay pequeños objetos en los bolsillos de las prendas, ya que pueden dañar la lavadora.

En segundo lugar, debemos separar la ropa por colores porque los tintes pueden perder su coloración durante el lavado, por lo que es importante tener cuidado con este aspecto. La manera más sencilla de hacerlo es dividir las prendas por colores claros y oscuros, pero, si queremos ser más minuciosos, podemos hacerlo de la siguiente forma:

  • Oscuros: negros, grises, azules oscuros, rojos oscuros y morados oscuros
  • Claros: colores pastel, tales como blanco, rosa, amarillo, azul claro, verde claro y lila
  • Tela vaquera

Si las prendas tienen manchas difíciles de tratar únicamente con la lavadora, aplicaremos algún quitamanchas especial antes de introducirlas en ella. Llega el momento que más problemas acarrea al plantearnos cómo poner la lavadora: la puesta en marcha. Seleccionamos un programa específico según el tipo de prendas que queramos lavar y del grado de suciedad de las mismas. Los factores que diferencian un ciclo de lavado de otro son la temperatura del agua, el tiempo de lavado, aclarado, etc., y la potencia del centrifugado. Existe el ciclo normal (para prendas sintéticas, de algodón y vaqueros, para los cuales es aconsejable lavarlos del revés y no utilizar suavizantes), el planchado permanente (para fibras sintéticas), el ciclo delicado (para ropa interior, prendas de lana -en caso de que no haya un programa específico para este tejido-, lentejuelas, bordados, abalorios o transparencias) y el ciclo especial (para proteger las prendas blancas y eliminar las manchas).

A continuación, tendremos que escoger la temperatura del agua, pues, cuanto más caliente esté, más limpia saldrá la ropa. Pero no es tan fácil, ya que muchas veces la temperatura del agua puede ser la causante de que las prendas se encojan o decoloren. Por ejemplo, las prendas de algodón blancas toleran una temperatura alta del agua, pero, si son de color, tendremos que utilizar una temperatura más baja. En el caso de las prendas delicadas, no soportan temperaturas de más de 30 ºC. Por último, las prendas de color sintéticas, con mezcla de algodón o las que no necesitan planchado se deben lavar a un máximo de 40 ºC con un programa de centrifugado normal.

En general, lo más aconsejable para el ahorro de energía y para el cuidado de las prendas es escoger ciclos que utilicen agua fría, siempre y cuando el grado de suciedad de las prendas no sea muy alto. Además, los detergentes actuales se disuelven sin problema en agua fría, por lo que ya no es necesario utilizar agua caliente para mejorar los resultados de lavado. Elegiremos el detergente adecuado según el ciclo, aunque también es recomendable hojear las instrucciones de nuestra lavadora porque, en función del tipo de electrodoméstico, podremos utilizar un producto u otro.

Por último, le damos al tan esperado botón de inicio y… ¡comienza el espectáculo! ¡Ahora sí que puedes decir que sabes cómo poner la lavadora para que tus prendas queden siempre limpias! No te olvides de tenderlas en cuanto la lavadora termine. Si la ropa pasa mucho tiempo dentro, acabará con mal olor por la humedad.

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