La secadora es un electrodoméstico esencial en muchos hogares, pero su uso constante puede reducir su vida útil si no se mantiene correctamente. Para evitar costosas reparaciones o la necesidad de reemplazarla antes de tiempo, es importante adoptar ciertos hábitos que ayuden a mantenerla en óptimas condiciones. En este artículo, abordaremos cuánto suele durar una secadora y qué prácticas se pueden llevar a cabo para extender su funcionamiento durante más años. Si tienes una secadora o estás pensando en comprar una, esta es tu guía.
¿Cómo de larga es la vida útil de una secadora?
La vida útil de una secadora suele oscilar entre los 10 y 15 años, aunque este tiempo puede variar en función de la marca, el modelo y la frecuencia de uso. Las secadoras de mayor calidad y aquellas que reciben un mantenimiento adecuado tienden a durar más tiempo sin perder eficiencia. Uno de los factores clave para prolongar su funcionamiento es la limpieza periódica del filtro de pelusas, ya que la acumulación de residuos puede obstruir el flujo de aire y forzar el motor, reduciendo así su rendimiento. Además, es recomendable inspeccionar el conducto de ventilación cada cierto tiempo para asegurarse de que no haya bloqueos que puedan afectar su desempeño.
En la línea de maximizar la durabilidad de tu secadora, es interesante tener en cuenta también otras prácticas que reduzcan el desgaste de sus componentes y eviten averías prematuras. A continuación, te ofrecemos algunos consejos clave que te ayudarán a mantener tu secadora en excelente estado durante más tiempo.
Prácticas y consejos para que tu secadora dure más años
Algunas prácticas sencillas, que no te implicarán demasiado tiempo o esfuerzo, pueden marcar una gran diferencia en la longevidad de tu secadora. Por lo tanto, conviene tenerlas presentes para estirar al máximo la vida útil de tu secadora. En los siguientes apartados, exploraremos en detalle algunas de las recomendaciones más efectivas:
Evita sobrecargar la secadora
Uno de los errores más comunes que afectan la vida útil de una secadora es la sobrecarga. Al llenar en exceso el tambor, se fuerza el motor y otros componentes, lo que genera un desgaste prematuro y puede provocar averías. Además, la ropa tarda más en secarse y puede salir con arrugas más marcadas debido a la falta de espacio para moverse libremente. Para evitar estos problemas, es recomendable respetar la capacidad máxima indicada por el fabricante y distribuir la carga de manera uniforme. De este modo, la secadora podrá operar de forma eficiente y sin forzar sus mecanismos internos.
Mantén limpio el conducto de ventilación
El conducto de ventilación es clave para el correcto funcionamiento de la secadora, ya que permite la expulsión del aire caliente y la humedad. Si este conducto se obstruye con pelusa, polvo o residuos, el flujo de aire se verá afectado, lo que puede hacer que la secadora trabaje más de lo necesario y se sobrecaliente.
Para evitar este problema, se recomienda limpiar el conducto de ventilación al menos una vez al año. Los pasos serían los siguientes:
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Desconectar la secadora.
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Mover la secadora. Aleja la secadora de la pared con cuidado para poder acceder a la salida del conducto de ventilación.
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Desconectar el conducto. Afloja las abrazaderas o tornillos que sujetan el tubo de ventilación en la parte trasera de la secadora y en la salida de la pared. Retira el conducto con precaución.
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Limpiar el conducto. Usa un cepillo largo especial para conductos o una aspiradora con una boquilla estrecha para eliminar la acumulación de pelusa dentro del tubo. También revisa y limpia la salida de ventilación exterior.
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Revisar posibles obstrucciones. Asegúrate de que no haya objetos bloqueando la ventilación. Si el conducto está muy deteriorado, considera reemplazarlo por uno nuevo.
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Volver a conectar todo. Una vez limpio, vuelve a colocar el conducto en su sitio y asegúrate de que está bien ajustado.
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Probar la secadora. Enciéndela y revisa si el flujo de aire en la salida exterior es fuerte y sin obstrucciones.
También es importante revisar el filtro de pelusa después de cada uso y no supeditar el mantenimiento solamente a una vez al año.
Utiliza bolas de lana o bolas de secado reutilizables
Las bolas de lana o de secado reutilizables ayudan a reducir el tiempo de secado y disminuyen la fricción entre las prendas, lo que alarga la vida útil de la secadora. Al usarlas, facilitan la circulación del aire caliente y evitan que la ropa se apelmace, lo que mejora la eficiencia del secado.
Además, este tipo de bolas eliminan la necesidad de usar toallitas suavizantes, que pueden dejar residuos en el filtro y en el conducto de ventilación. Son accesorios diseñados para mejorar la eficiencia del secado y reducir el consumo de energía. Generalmente, están hechas de lana 100% natural o materiales sintéticos. Esto reduce el tiempo de secado y la fricción entre las prendas, lo que también disminuye la electricidad estática y la necesidad de suavizantes químicos. Optar por estas alternativas ecológicas no solo protege tu secadora, sino que también contribuye a un consumo de energía más eficiente.
Deja la puerta abierta después de cada uso
Una práctica sencilla pero efectiva para mantener en buen estado tu secadora es dejar la puerta abierta tras cada uso. Esto permite que el interior se ventile correctamente y evita la acumulación de humedad, lo que puede provocar la formación de moho y malos olores.
Si el tambor de la secadora se mantiene seco y libre de humedad residual, se reducirá el riesgo de corrosión en sus componentes internos y se prolongará su vida útil. También es recomendable limpiar el tambor ocasionalmente con un paño seco para eliminar cualquier resto de humedad o suciedad.
Rota el uso entre ciclos largos y cortos
El uso constante de ciclos largos y de alta temperatura puede provocar un desgaste acelerado en los componentes internos de la secadora. Alternar entre ciclos largos y cortos permite reducir la presión sobre el motor y otros mecanismos, equilibrando el esfuerzo que realiza el electrodoméstico.
Además, optar por ciclos más cortos siempre que sea posible contribuye al ahorro de energía y evita un exceso de calor que pueda dañar las prendas. Utilizar la configuración adecuada según el tipo de ropa y nivel de humedad es una estrategia inteligente para preservar tanto la secadora como las telas.
Realiza un secado en vacío una vez al mes
Un truco útil para mantener la secadora en óptimas condiciones es realizar un ciclo de secado en vacío al menos una vez al mes. Esto ayuda a eliminar residuos de detergente, pelusas y otros elementos que puedan acumularse en el interior del tambor y los conductos.
Para hacerlo, basta con poner en marcha la secadora durante unos minutos en un ciclo de calor sin ropa en su interior. También se puede añadir un paño húmedo con vinagre para una limpieza más profunda, que te ayudará a eliminar malos olores y posibles acumulaciones de residuos.
Revisa y ajusta la nivelación de la secadora
Si la secadora no está bien nivelada, el tambor puede girar de manera desigual, lo que genera un mayor desgaste en los rodamientos y otras partes móviles. Con el tiempo, esto puede provocar vibraciones excesivas, ruidos molestos e incluso fallos en el motor.
Para evitarlo, es recomendable comprobar periódicamente la nivelación de la secadora y ajustar sus patas si es necesario. Usar un nivelador de burbuja convencional (o incluso puedes encontrarlo en aplicaciones para el móvil) puede ayudarte a verificar si el aparato está bien alineado y garantizar que funcione correctamente sin generar esfuerzos innecesarios.
Problemas de funcionamiento comunes en secadoras
Como cualquier electrodoméstico, las secadoras pueden presentar fallos con el tiempo. A continuación, te explicamos algunos de los inconvenientes más habituales y sus posibles soluciones.
La secadora no calienta correctamente
Si notas que la ropa sigue húmeda después del ciclo de secado o que la secadora no alcanza la temperatura adecuada, el problema puede deberse a varias razones:
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Filtro de pelusa obstruido. Un filtro lleno de pelusa impide la correcta circulación del aire caliente, reduciendo la eficiencia del secado.
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Conducto de ventilación bloqueado. Si el aire caliente no puede salir correctamente, la secadora no funcionará bien.
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Resistencia o termostato defectuoso. La resistencia es la encargada de generar calor, mientras que el termostato regula la temperatura. Solución: Si la secadora sigue sin calentar tras limpiar los filtros y conductos, puede ser necesario reemplazar alguna de estas piezas con ayuda de un técnico.
Ruidos fuertes o vibraciones excesivas
Si la secadora hace ruidos inusuales o vibra demasiado, puede ser señal de desgaste en algunas piezas o de una instalación incorrecta:
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Rodamientos o poleas desgastadas. Con el tiempo, estas piezas pueden deteriorarse y generar un ruido chirriante.
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Secadora desnivelada. Si el aparato no está bien apoyado en el suelo, puede vibrar en exceso.
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Objetos en el tambor. A veces, monedas u otros pequeños objetos olvidados en los bolsillos pueden generar ruidos molestos.
La secadora se apaga sola antes de terminar el ciclo
Si la secadora se detiene antes de completar el programa, podría deberse a:
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Sobrecalentamiento. Un sistema de seguridad apaga la secadora si detecta temperaturas demasiado altas. Solución: Revisa la ventilación y limpia los conductos para evitar bloqueos.
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Fallo en los sensores de humedad. Si los sensores no detectan correctamente la humedad de la ropa, pueden dar por terminado el ciclo antes de tiempo. Solución: Limpia los sensores con un paño húmedo y sin productos abrasivos.
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Problema en la placa electrónica. En algunos casos, un fallo en la electrónica puede hacer que la secadora se apague. Solución: Si persiste el problema, es recomendable llamar a un técnico especializado.
La ropa sale demasiado caliente o húmeda
Si la ropa sale excesivamente caliente o, por el contrario, todavía húmeda, pueden existir problemas en la regulación del calor:
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Ventilación deficiente. Si el aire no circula correctamente, la ropa puede calentarse demasiado.
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Sensor de humedad defectuoso: Si el sensor no funciona bien, la secadora podría detenerse antes de tiempo o seguir funcionando cuando no es necesario.
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Uso de un ciclo incorrecto. Asegúrate de elegir el programa adecuado según el tipo de ropa y la cantidad de humedad que tenga antes del secado.
Dicho esto, desde qubbos, te presentamos algunos modelos arrebatadores de secadora que pueden hacer las delicias de tu hogar. Empezando por la secadora Whirlpool FFTM1182SPTR 8Kg. Equipada con tecnología de bomba de calor, ofrece una eficiencia energética A++, lo que garantiza un consumo reducido y un secado eficiente. Su diseño incorpora la exclusiva tecnología 6th SENSE, que detecta automáticamente la cantidad de ropa y ajusta el tiempo de secado adecuado, asegurando el nivel de sequedad deseado y optimizando tiempo y energía. Además, la función FreshCare+ mantiene las prendas frescas hasta seis horas después de finalizado el ciclo, gracias al control inteligente de temperaturas y una suave acción de oscilación que previene la formación de malos olores.
Siguiendo esta línea de eficiencia, encontramos la secadora Teka SHK70840 8Kg. Con una capacidad de 8kg y un control táctil y dial, este modelo de bomba de calor te permitirá ahorrar energía mientras obtienes un secado perfecto en todo tipo de prendas. Con un nivel sonoro de solo 65 dB, es increíblemente silenciosa, ideal para cualquier hogar. Con 14 programas a elegir, como el de ropa de cama, BabyCare, camisas o secado por tiempo, podrás encontrar el ajuste perfecto para cada tipo de tejido. La función de inicio diferido, con hasta 12 horas, te permite organizar tu tiempo de manera eficiente.

Por último, os presentamos la secadora Balay 3SC378B 7Kg. Con unas dimensiones de 842 mm de ancho, 598 mm de alto y una profundidad de más de 60 mm, este secador se adapta a cualquier espacio de tu hogar. Además, cuenta con un bloqueo infantil para mantener a salvo a los más pequeños de la casa. La eficiencia energética es fundamental en nuestros tiempos, y este secador cumple con creces, obteniendo una clasificación B. Su pantalla LED es intuitiva y fácil de usar, brindándote un control total sobre tus ciclos de secado. Con 64 dB de nivel sonoro, este secador funciona en silencio para no perturbar tu tranquilidad.

¡Pon una secadora de calidad en tu vida y sigue estos consejos para que te acompañe durante mucho tiempo!