La lavadora nos facilita la vida a dimensiones estratosféricas, ¿verdad? Lo cierto es que no sabríamos qué hacer sin su ayuda y eso hay que agradecérselo. Para ello, debemos proporcionarle un buen mantenimiento, mimándola como se merece a través de la limpieza. Si te preguntara si la cuidas, me dirías que sí porque te encargas de limpiarla con frecuencia, pero probablemente no lo hagas tan a fondo como piensas. Realizar una limpieza superficial de la lavadora no es suficiente, ya que dejamos de lado un elemento fundamental: el filtro de la lavadora. Por eso, hoy te queremos explicar cómo limpiar el filtro de la lavadora y por qué es tan importante. ¡Presta atención!
Por qué es tan importante limpiar el filtro de la lavadora
¿Has notado que, después de lavar tu ropa, no huele tan bien como te gustaría? Si te ha pasado alguna vez, seguramente habrás optado por echar más detergente y suavizante con el objetivo de impregnar tus prendas de un olor agradable. Sin embargo, el problema no está en la cantidad de producto utilizado sino en el filtro de la lavadora. El mantenimiento inadecuado del filtro de la lavadora puede causar otros problemas además del mal olor: vibraciones, ruidos fuertes, empleo de más tiempo del habitual en completar el ciclo de lavado, humedad de las prendas lavadas, etc. Esto se debe, principalmente, a la obstrucción del filtro, la cual puede venir provocada por pequeños objetos que quedan atrapados en el mismo, como botones o monedas.
Antes de proceder a su limpieza, debes desenchufar la lavadora y cerrar la entrada de agua. ¿Qué necesitas para limpiar el filtro de la lavadora? Una bandeja o plato plano, una bayeta de microfibra, un cepillo, detergente y amoníaco. Es recomendable que prepares todo antes de empezar para ahorrar tiempo y no interrumpir el proceso. A continuación, debes seguir los siguientes pasos:
- Comprueba dónde está el filtro de la lavadora. Algunos modelos antiguos lo tienen en la parte trasera, pero la mayoría de las nuevas lo tienen en la zona inferior de la parte delantera.
- Saca el filtro. Para ello, tienes que girar la tapa y tirar hacia fuera, si bien es recomendable que revises bien el sistema que tiene tu lavadora para sacar el filtro. Antes de realizar este paso, pon la bandeja o el plato debajo para que el agua acumulada no se derrame por el suelo.
- Vacía el agua residual. Al sacar el filtro, encontrarás una manguera de desagüe. Tira de ella hacia el recipiente colocado debajo y deja que el agua fluya.
- Retira la suciedad que se haya quedado atrapada en el filtro. Utiliza la bayeta y una mezcla compuesta por detergente y amoníaco para ello. Aclara la bayeta y repite este paso para asegurarte de que no han quedado restos.
- Limpia el tapón y el filtro. Mezcla de nuevo detergente y amoníaco y friega los rincones en el fregadero para eliminar toda la suciedad. No pases al siguiente paso hasta que notes que haya quedado completamente limpio.
- Pon el tapón y asegura el filtro. Al colocarlo, es necesario cerciorarse de que queda perfectamente encajado, ya que, de lo contrario, al poner la lavadora en marcha el agua se saldría.
¡Ya tienes lista tu lavadora! Estamos seguros de que ahora funcionará mucho mejor y no dejará malos olores en tu ropa. La limpieza periódica del filtro de la lavadora te permitirá optimizar el rendimiento de tu electrodoméstico y prolongar su vida útil. Y, en caso de que tu electrodoméstico haya llegado al final de su vida, puedes consultar qubbos, donde encontrarás el modelo perfecto para ti.
Es recomendable que repitas este proceso cada dos o tres meses aproximadamente. Otros fabricantes recomiendan que se haga dos veces al año, pero la periodicidad dependerá del uso que le des a la lavadora y del estado de las prendas que laves. En caso de que vayas a lavar ropa muy sucia, lo mejor es que lo limpies en cuanto termine la colada. Si lo vas a hacer directamente después del ciclo de lavado, ten cuidado porque el agua puede estar caliente.
Ahora que te hemos explicado cómo limpiar el filtro de la lavadora, ya no tienes excusa. ¡Ponte manos a la obra!