Una de las grandes preocupaciones de los usuarios durante el último año, ha sido el incremento de los precios de las facturas de los suministros básicos del hogar, debido a la gran volatilidad de los precios sufrida en los últimos meses, donde los importes a pagar por la luz o el gas se han visto disparados. Debido a este cambio en los precios, muchos de los consumidores se han visto obligados a modificar sus hábitos de consumo de energía en búsqueda de pagar menos en las facturas mensuales asociadas a estos suministros. No obstante, los cambios en las acciones cotidianas suponen solamente una medida de acción contra las facturas elevadas, pues, para abaratar los costes de estas es necesario un cambio un poco más profundo, que afecte a la eficiencia energética de los aparatos electrónicos de la vivienda. Debido a la diferencia que puede llegar a suponer mensualmente optar por unos electrodomésticos de gran eficiencia energética respecto a unos con una eficiencia energética menor, en este artículo hablaremos de cuánto se puede ahorrar de media al año al sustituir los electrodomésticos de una eficiencia menor, por otros que presenten la máxima eficiencia energética.

¿Cuál es el consumo de los electrodomésticos en una casa?

De manera general, los electrodomésticos presentes en una vivienda suponen más del 60% del consumo de energía eléctrica de una vivienda común, sin embargo, no todos los electrodomésticos poseen el mismo impacto sobre la factura de la luz. Así, por ejemplo, el electrodoméstico que más consume en un hogar es el frigorífico, suponiendo alrededor del 30% de la energía consumida mensualmente, seguido por algo más del 12% que supone la televisión o el 12% que supone también la lavadora, dejando por detrás equipos como el horno (8,5%) o el lavavajillas (6,1%). Debido al fuerte impacto que tienen estos aparatos respecto al total a pagar cada mes en las facturas de la luz, lo más recomendable para buscar el ahorro es sustituir los electrodomésticos que presenten una eficiencia energética baja por otros que presenten una mayor, de esta forma, se podrá obtener un ahorro de energía importante en las facturas de manera inmediata.

¿Cómo saber la eficiencia energética de cada modelo de electrodoméstico?

Para conocer cuál es el consumo de cada uno de los aparatos electrónicos presentes en una vivienda, surge la conocida como etiqueta energética, que consiste en un sistema clasificatorio que comenzó a utilizarse hace más de 25 años. A día de hoy es obligatorio que esta aparezca en aparatos de nueva comercialización, empleando la escala más reciente, donde los aparatos más eficientes figuran con la letra A y los de menor eficiencia cuentan con la etiqueta G en una escala descendiente. Además de las letras, estas van acompañadas por colores para indicar la eficiencia, siendo los aparatos de máxima eficiencia coloreados con verde clarito y los de menor eficiencia de color rojo. El consumo de los aparatos se determina basándose en tres parámetros fundamentales: La potencia, la eficiencia y el tiempo de funcionamiento, así por ejemplo, el frigorífico no emplea una gran cantidad de potencia para su uso, pero este trabaja las 24 horas del día y eso le coloca como el electrodoméstico que más consume. Otros aparatos, como el horno, precisan una potencia mucho mayor, por lo que su consumo en el momento de uso es superior, no obstante, debido a su menor frecuencia de utilización, provoca que tengan un peso menor sobre el total de energía consumida.

La importancia de la eficiencia energética

Se ha comentado que el consumo depende de tres factores, pero entonces, ¿por qué dar tanta importancia a la eficiencia energética de los aparatos? Esta importancia se debe a que para el mismo funcionamiento el aparato consumirá una menor cantidad de energía, así por ejemplo un electrodoméstico de clase A, para el mismo trabajo emplea una cantidad de energía muy inferior en comparación con un aparato de clase G. Además, resulta óptimo seleccionar aparatos que cuenten con la potencia adaptada a las necesidades, ni mayor ni menor. Una vez se parta de esa base, es recomendable que el uso de los aparatos sea lo más práctico posible, es decir, una correcta selección de los programas a utilizar, una temperatura bien seleccionada o un correcto mantenimiento de los equipos, facilitará el ahorro de energía eléctrica y una mayor vida útil de los aparatos

¿Cuánto ahorro permiten los electrodomésticos de mayor eficiencia energética?